Jugar el Espacio
TEXTO DE JORDI RIBOT
La compañía Ludolocum, con Sara San Gregorio al frente, se dedica a intervenir espacios para cederlos al juego libre de criaturas de diferentes edades. Durante el TNT-Kids, llevan a Terrassa dos instalaciones diferentes. Una, para niñas y niños de 0 a 5 años, ocupará el Ateneu Candela el viernes y el sábado. La otra, configurada con los mismos objetos, permitirá que un público familiar más amplio se apropie de la calle de la Rasa el sábado por la tarde.
A parte de la edad, la diferencia entre propuestas también está en el espacio jugado. Una es interior, la otra exterior —y en esta última resuena una vocación claramente política—. Cortar el tráfico, conquistar temporalmente el asfalto para jugar encima implica generar en él un recuerdo y un rastro, un decir: “por aquí, un día, pasó algo distinto a un coche”. Símbolos efímeros para repensar la ordenación del espacio público.
El planteamiento de cada casilla de salida también varía en función de la fase cognitiva de las participantes. En el interior, Sara y sus compañeras habrán montado una escenografía con objetos gentiles, intervenidos por recursos lumínicos y sonoros pensados para animar la interacción de los más pequeños. Sin conducir historias ni ofrecer grandes dramaturgias, las criaturas ocuparán la escena para participar de esta función desde su perspectiva cultural y de aprendizaje, que es la del juego. Programar una propuesta de este tipo sobre uno de los escenarios del TNT esconde, también, un gesto inmensamente político.
Una vez desmontada la instalación interior, el sábado las piezas que la configuraban se llevarán a la calle de la Rasa. Pero el nuevo montaje se dejará a cargo de quien quiera venir —y sin manual de instrucciones—. Pequeñas y mayores podremos jugar juntas a construir lo que nos apetezca al aire libre, sobre el asfalto y sobre la arena.
Con Jugar el espacio, Ludolocum estudia la potencia cultural y política del juego en diferentes contextos —y para diferentes edades—. Activaciones urbanas de interior y de exterior que nutren la imaginación, facilitan el experimento, y ceden la agencia y los espacios a quienes a menudo los miran desde la barrera.