Años Luz

viajes personales y experiencias sensoriales con años luz

Un año luz es una unidad de distancia que se calcula como la longitud que recorre la luz en un año en el vacío, utilizada especialmente para medir distancias entre objetos astronómicos.

Esta pieza de vídeo mirada, filmada y editada por Roberto Almarza con escenas del último taller de años luz que Aurora Gorrión y yo montamos en Ellaluna. Es un video muy diferente a los demás, muy suyo, muy nuestro, muy nuestras niñas, muy cuéntame... en realidad, muy como quiero contar y recordar aquellos poquitos días de antes de nacer Lucas en los que fingía no estar ya trabajando sino haciendo y hablando de cosas bonitas con amigas y compartiendo momentos y generando recuerdos en familia.

Ha pasado algo más de un año desde aquel día, de hecho ha pasado toda la vida para mi pequeño y por lo tanto para mí, toda mi nueva vida. Parece mentira que el tiempo pase tan rápido y a la vez sea capaz de transformarnos tanto en ese pasar sin darnos cuenta.

EQUIPO

Propuesta: Sara San Gregorio y Aurora Gorrión

Colaboración: Equipo Escuela Libre Ellaluna

Grabación y Montaje: Roberto Almarza

Años Luz es una propuesta artística ideada por  Sara San Gregorio diseñadora de objetos, espacios y experiencias lúdicas  y Aurora Gorrión; collagista profesional, diseñadora y escenógrafa que se unen en este proyecto para llegar a la luna junto con todo aquel que se quiera sumar al viaje.

Un año luz es una unidad de distancia que se calcula como la longitud que recorre la luz en un año en el vacío, utilizada especialmente para medir distancias entre objetos astronómicos.

Abrimos el desván de la escuela Ellaluna y proponemos experimentar el tiempo a través del espacio, los recorridos y las distancias relativas de nuestros recortes, collages y piezas astronómicas. Planteamos una instalación artística para ser jugada, recorrida y modificada, con juegos de luz, proyecciones, juego de construcción, dibujo espacial y collage interestelar en continuo proceso.

Es una instalación abierta a todos los públicos pero especialmente a las personas que aún no miden el tiempo con un reloj.

Prepararemos un espacio con diferentes juegos de luz y varias superficies de intervención en el que de modo analógico hemos creado una pieza audiovisual inmersiva y colaborativa.

Esta pieza audiovisual montada sobre un retroproyector con los collages de Aurora y mis piezas, contaba la historia de una niña cohete que viajaba a la luna con amigos en su tripulación y en su viaje se iba encontrando objetos astronómicos con los que se podía jugar en otros rincones de la instalación. Los personajes de este relato-collage estaban creados por Aurora Gorrión, con recortes que atesoraba desde hace años y que vieron la luz ( y contaron la historia con ella) en este proyecto. Con estos personajes y con las piezas de microarquitectura  flúor, Aurora iba creando diferentes collages en directo con el retroproyector y las niñas y niños iban completando la ilustración pintando sobre el papel blanco que se proyectaba. Unos días después quedamos para grabar el collage en acción y esa grabación nos acompañó como una peli “interactiva” en siguientes sesiones.

En torno a la idea del espacio, la luna y las galaxias fuimos creando diferentes rincones. Algunos con proyecciones que nos prestó la NASA, otros con piezas de microarquitectura colores flúor sobre mesas de luz y después brillando con luz negra. Placas E-Radiant, tul, paredes de cartón, cuerdas… entre las proyecciones y en las últimas sesiones por fin aparecieron los juguetes y los muebles que desde el principio de Años Luz había querido diseñar.

Necesitaba asociar uno/ o varios objetos al proyecto y diseñé y produje algunas “piezas estelares” unas piezas doradas con las constelaciones troqueladas que dejaban pasar la luz de las mesas, hacían sombras sobre las proyecciones, que reflejaban la luz del ambiente, con las que podían construir, dibujar, componer y atesorar las estrellas en la palma de su mano. 

Por la necesidad arrastrada de cada proyecto de optimizar los traslados de material y los tiempos de montaje y desmontaje de los talleres, fue en años luz cuando acabé de diseñar una línea de mobiliario lúdico ligero, fácil de transportar, de montar, de desmontar y de intercambiar.

Utilicé capazos negros de los que se suelen utilizar para mezclar cemento y diseñé diferentes tapas que convertían los capazos montados en diferentes mesas sensoriales. Mesas de luz redondas, mesas espejo, mesas para insertar espigas y conectarlas con gomas formando constelaciones, mesas pizarra y algún capazo que no era mesa lleno de bolas transparentes, algunas con luz que lo convertían en una particular piscina para bañarse entre estrellas.

Ahora, unos cuantos proyectos después estos primeros prototipos se han convertido en el cubo azul de juguetoría que forma parte del juego de muchos espacios.